Sorbió un poco de su bebida mientras pensaba en como lidiar con tal secreto, su vida peligraba: era información altamente confidencial. Volvió a beber mentalizado a proteger lo que sabía. Otro trago y otro más. De pronto se preguntó en qué pensaba y mirando su copa sonrió y se dijo ¡qué buen whisky!
No hay comentarios:
Publicar un comentario